miércoles, 5 de febrero de 2014

xx



Al mundo le importa una mierda si ríes o lloras. Si fumas, follas o bebes. Si dices que eres vegetariano, gordo, heavy, gótico, o moderno. Si usas camisas de cuadros o de lunares, moño, raya al medio o barba de seis meses, cuatro días y tres horas y media. Si oyes electrónica, o metal, o post-hardcore. O clásica. O mejor aún, cantos tibetanos, yo que sé. Al mundo le importa una mierda que seas un machista, o una feminista, o que llores porque no te dio el beso de despedida. 


Al mundo le importa una mierda que te tomes el café frío, que pierdas el bus, o que pongas la música demasiado alta. Que prefieras perderte por el camino, o llegar diez minutos antes para reñir al que llega cinco minutos tarde. Al mundo le importa una mierda tu rallada catorce, o tus siete problemas tan tan grandes que no te dejan dormir. 


Al mundo le importa una jodida mierda si te caes, te duele, te quedas en el suelo o te levantas. Al mundo le importa una mierda tus notas en la carrera, tus recetas del médico, o el lunar que no te gusta en el muslo derecho. Que de repente no te quede bien tu pantalón favorito, o que quieras empezar por vigésimo cuarta vez la 'Operación Bikini'. Que vuelvas al deporte, o no. Que tires tu fotografía favorita a la basura
, o que le des puñetazos a cualquier pared. 


Al mundo le importa una jodida mierda si eres feliz o no, si tienes alguien en quien apoyarte o te niegas a aferrarte a un salvavidas y te dejas hundir. 


Pero cuando ese mundo se reduce a un par de personas que te demuestran que aún quedan cosas por las que tirar, que tu nostalgia es compartida, tus ralladas van a medias, y que con un abrazo el ahogarse es menos ahogo,
es a mi a quien le importa una mierda el mundo.


Que le jodan a todo,
yo sigo. 


An. 

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