miércoles, 26 de febrero de 2014

Era viernes y hacía frío, como es normal en Diciembre. No recuerda si eran las siete de la tarde o las nueve de la mañana, pero no importa, era viernes y hacía frío, como es normal en Diciembre.
Todo en orden: jerséis en invierno, y pantalón corto en verano, eso sí, el café es atemporal, da igual que el termómetro marque cinco que cuarenta, con leche y dos de azúcar.
Nunca (o casi nunca) llevaba calcetines, ni se bañaba por las noches. Odiaba los martes, más que los lunes; los miércoles tampoco le gustaban mucho, aunque si más que los domingos y los viernes. Le gustaban los jueves. Y Octubre. Y Abril.
Se mordía las uñas hasta que el dedo le sangraba, solía hacerlo más en épocas de estrés, que era cada martes y algún que otro domingo de invierno, sobretodo en Diciembre. Rara vez se desnudaba para dormir y en ocasiones hacía la colada con ropa de un solo color.
Cada mañana se cepillaba los dientes al despertar.
No es consciente del día que empezó a dibujar, pero no ha parado desde entonces, le pasaba lo mismo con la comida china y con el té de canela.
Jugaba a ser fotógrafo, y a veces hacía con que escribía cosas tristes.

Creo que una vez estuvo enamorado.

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