"Me vi por un momento recorriendo mentalmente los alrededores y mirando los paisajes planos que delataban la crueldad del invierno que los había dejado desolados, me vacié un poco más por dentro.
Y de pronto tú, diciendo que la tristeza era buena, que bebíamos de la apatía, de lo incierto y de la desolación de los paisajes planos en invierno.
Y del vacío.
Y quise saber a ti. Como cada madrugada. Quise respirarte en la cara. Respirarte, a ti. Como cada madrugada. Hacernos los dormidos."
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