La niebla nos envolvía como una nube de desengaños, y el humo de su cigarro se mezclaba con ese frío invernal que huele a desesperanza. Con las manos en los bolsillos del pantalón, suspiraba mientras el horizonte se desdibujaba, y yo,
desde su espalda, dibujaba mentalmente todas las lineas de su espalda,
aunque no me atreviera a tocarlo.
Ese aire de melancolía y tristeza, mezclado los restos del tabaco de liar es algo que hay que tener muchos cojones para romper,
y yo,
qué queréis que os diga,
pero nunca fui tan valiente.
jueves, 16 de octubre de 2014
lunes, 19 de mayo de 2014
Memorias de entre railes.
'Y justo cuando pensaba que la anestesia había empezado a hacer efecto, y no me dolías tanto, empezó a llover fuera, las gotas caían sobre el cristal de un paisaje desdibujado, y yo, sin previo aviso, me resquebrajaba de nuevo. Una sola grieta, sangrante y profunda, que dejaba ver entre dolor y dolor, que sigues ahí. Dentro.
Como la tinta de un tatuaje que por mucho que raspe, no consigo quitarme.'
Como la tinta de un tatuaje que por mucho que raspe, no consigo quitarme.'
domingo, 27 de abril de 2014
Resiliencia, o eso dicen.
Y no sabes lo peor. La parte peligrosa. La parte en la que te quedas colgado, no sabes que hacer y dejas de sentir. Y si no sientes no duele. Pero si no duele no entiendes los daños colaterales. Y esos, esos son los más jodidos. Porque vale, si no sientes eres libre. Jodes con quien quieras y a quien quieras. Y eso, al final, es tan malo como llorar por quien no lo merece. Porque nunca sabes en que momento la pelota va a estallar, y ni el sexo, ni el alcohol ni la música ni nada que tengas a mano te va a ayudar a pasar el mono. Ni siquiera el café. El mono te va a pegar tal hostia que te van a doler todos los huesos y músculos del cuerpo y no vas a poder hacer nada por evitarlo. Y te va a doler. Y te va a joder. Y te vas a sentir tan gilipollas que no vas a saber por dónde salir. Y vas a llorar tus lágrimas y las que no te corresponden por alguien que ni tan siquiera se ha preocupado de merecerlas. Y te va a doler. ¿Y sabes qué? Que eso es lo peor, que te duela a tí, cuando lo único que quisiste fue tener algo cálido a lo que agarrarte, algo sincero, algo medianamente coherente a lo que aferrarte en este caos que tienes por vida. Pero ni por esas, y parece que, a este paso, la zorra sin sentimientos va a volver a aflorar como forma de vida para que puedas ir paso a paso, sufriendo lo menos posible, dentro de lo malo. Que no es poco.
Y mientras tú, follándote a cualquier golfa que se te haya cruzado por el camino de la que te niegas a tí mismo el sentir algo coherente, por cobardía. Y ya.
Y no me valen excusas.
Porque estoy por encima de niñas que buscan un polvo de una noche, igual que estoy por encima de tu inseguridad, por mucho que me duela, porque no me merezco más mierda de la que ya tengo. Asi que igual a estas alturas deberías aclararte, corazón, o eso, o la baraja te demuestra que poco a poco, vas a tener las de perder. Y no sé, que lo mismo te gusta eso de ir perdiendo cosas por la vida, pero lo siento, yo ya perdí más de lo que iba a mi cuenta, y ahora, solo me queda ganar.
Are you in or out?
miércoles, 23 de abril de 2014
Umbral del dolor. / I
Lo peor es pensar que merecemos más, ¿no crees? Más de todo, y menos mierda. Sin embargo, a pesar de las continuas decepciones, he ahí. La duda de el no saber qué vas a encontrar después, si lo que has tenido ha sido lo suficientemente bueno. Si ese sentimiento se repetirá.
La duda.
Mata, te absorbe y te quema. ¿Soy suficiente?
Quién dijo que tenía que acabar, ¿eh?. Quién fue el hijo de puta que puso fechas de caducidad. ¿Por qué esa necesidad de aferrarte a algo que se va? No es suficiente lo que pasa fuera de nuestro control, que además de eso nos aferramos a cosas que sabemos que duelen, solo porque sabemos que el dejarlas ir va a doler más. Nadie nos explicó nunca cómo sobrevivir a un jaque mate. Ni que con cada caída te vuelves un poco más de hielo. Y que cada vez que sientes un poco menos, duele un poco más. Nunca está la medida exacta. ¿Cuando es suficiente? ¿Cuando es demasiado? ¿Cuando tienes que soltar todo el aire, y hacer las paces? No somos más que los errores que cometemos, los recuerdos que nos quedan y los besos que no fuimos capaces de dar. Y las despedidas, las cartas sin firmar, las noches en duermevela, pensando cómo habría sido todo si hubiéramos sabido decir un 'Adiós' como Dios manda.
Somos todas y cada una de las frases que garabateamos en un mal intento de perdonarnos. Somos las canciones que oímos a escondidas, las que nunca admitiremos que a pesar de los años duelen como el primer día. Somos nuestros fantasmas, los que al fin y al cabo, te arropan por la noche, porque son lo único que te quedan.
Son el sabor amargo de ese momento en el que te das cuenta de que ya no queda nada. Son las cuatro cervezas vacías, el cenicero lleno, y las cicatrices que nunca terminan de cerrar.
Soy todas y cada una de las cosas que nunca dije, lo que nunca admití, y lo que me mantiene en pie por las noches. Y tú eres todas las cosas que nunca te has perdonado, las que te hacen seguir respirando, clavándose como agujas en tus pulmones, y la tinta. Lo que está escrito, y lo que está por escribir.
Son esos fantasmas hijos de puta que follaron, dolieron y se emborracharon.
Y nunca se perdonaron por ello,
y por eso no se dejan ir.
La duda.
Mata, te absorbe y te quema. ¿Soy suficiente?
Quién dijo que tenía que acabar, ¿eh?. Quién fue el hijo de puta que puso fechas de caducidad. ¿Por qué esa necesidad de aferrarte a algo que se va? No es suficiente lo que pasa fuera de nuestro control, que además de eso nos aferramos a cosas que sabemos que duelen, solo porque sabemos que el dejarlas ir va a doler más. Nadie nos explicó nunca cómo sobrevivir a un jaque mate. Ni que con cada caída te vuelves un poco más de hielo. Y que cada vez que sientes un poco menos, duele un poco más. Nunca está la medida exacta. ¿Cuando es suficiente? ¿Cuando es demasiado? ¿Cuando tienes que soltar todo el aire, y hacer las paces? No somos más que los errores que cometemos, los recuerdos que nos quedan y los besos que no fuimos capaces de dar. Y las despedidas, las cartas sin firmar, las noches en duermevela, pensando cómo habría sido todo si hubiéramos sabido decir un 'Adiós' como Dios manda.
Somos todas y cada una de las frases que garabateamos en un mal intento de perdonarnos. Somos las canciones que oímos a escondidas, las que nunca admitiremos que a pesar de los años duelen como el primer día. Somos nuestros fantasmas, los que al fin y al cabo, te arropan por la noche, porque son lo único que te quedan.
Son el sabor amargo de ese momento en el que te das cuenta de que ya no queda nada. Son las cuatro cervezas vacías, el cenicero lleno, y las cicatrices que nunca terminan de cerrar.
Soy todas y cada una de las cosas que nunca dije, lo que nunca admití, y lo que me mantiene en pie por las noches. Y tú eres todas las cosas que nunca te has perdonado, las que te hacen seguir respirando, clavándose como agujas en tus pulmones, y la tinta. Lo que está escrito, y lo que está por escribir.
Son esos fantasmas hijos de puta que follaron, dolieron y se emborracharon.
Y nunca se perdonaron por ello,
y por eso no se dejan ir.
sábado, 19 de abril de 2014
xx.
'You know what the worst part is? The emptiness. The lack of something inside that keeps you moving on. The thought of you, trying to be erased. But is in there. Like a tattoo. In my skin. You are still there. As warm as usual. And me, here, getting colder every moment that passes by. Without you. Missing every moment we haven't spent together since you walked away.
And I'm still here,
standing,
alone.'
And I'm still here,
standing,
alone.'
jueves, 3 de abril de 2014
IV / From the city of bright lights.
'Cada vez tengo más claro que en esta vida has de rodearte de gente que te inspire. De gente que te haga tener ganas de conseguir ser tu mejor versión, de crecer y evolucionar. Gente que te haga sonreír, vivir momentos que te enseñen, y exprimir cada segundo que marca el reloj. Gente que te busca, a pesar de tenerte al lado, porque te quiere encontrar en los días buenos y en los días malos. Esa gente que te mantiene viva, que te da la chispa del momento. Ya sea trabajando, tomando un café, o en medio de una discoteca. Gente que está ahí, y a la que lo primero que hay que hacer es dar las gracias.
Por que es esa gente la que te hace querer ser lo mejor que puedes llegar a ser.'
Gracias, a los que estáis, los que sois, los que venís y los que os vais. Todos los que en algún momento me habéis inspirado el sentimiento de conseguir mejorar. Y sobre todo, a esos que aparecen por sorpresa, y han venido para quedarse.
Mi medio Punto G, va por tí,
que te he echado de menos.
An.
Por que es esa gente la que te hace querer ser lo mejor que puedes llegar a ser.'
Gracias, a los que estáis, los que sois, los que venís y los que os vais. Todos los que en algún momento me habéis inspirado el sentimiento de conseguir mejorar. Y sobre todo, a esos que aparecen por sorpresa, y han venido para quedarse.
Mi medio Punto G, va por tí,
que te he echado de menos.
An.
miércoles, 2 de abril de 2014
III/ City of bright lights
'Me sangran los puños de rabia mientras pienso que tú y yo somos dos títeres que han jugado a esconderse de si mismos, a contarse lunares y a engañar puestas de sol entre ecos de humo y orgasmos. No queda nada de esos días, y las paredes de la memoria están llenas de los recuerdos, que a diario me prometo olvidar(te) y nunca consigo pasar del primer asalto.
Te fuiste, pero dejarte ir es lo jodido.
Y mientras yo, con este vacio en la boca del estómago, desangro el reloj mientras la metralla de la guerra que perdimos aún resuena bajo mis pies.
Y mientras yo, aún echandote de menos.'
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